EN VENEZUELA HAY 1800 PACIENTES CON ESCLEROSIS MÚLTIPLE | |
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SALUD |
Aunque se desconocen las causas de esta afección desmielinizante y degenerativa en el cerebro y la médula espinal, la genética y el ambiente juegan roles importantes en su aparición y la manifestación de síntomas como falta de coordinación, disminución de la fuerza muscular, trastornos del habla y pérdida de la visión Los trastornos neurológicos tienen un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes, la manera como perciben su entorno y la capacidad de ejercer control sobre su cuerpo. Enfermedades como la Esclerosis Múltiple pueden llegar a causar daño en el sistema nervioso que al paciente se le hace difícil controlar los movimientos de sus extremidades. La neuróloga internista del Hospital Universitario de Maracaibo, Ibis Soto de Castillo, informó que en Venezuela se atienden aproximadamente 1.800 casos de esta patología. Esta enfermedad afecta la mielina y la célula en el cerebro, cerebelo y medula espinal, produciendo la aparición de lesiones que interfieren con el funcionamiento normal de las mismas, e impiden que los impulsos nerviosos se trasmitan adecuadamente. “Su causa hasta ahora es desconocida, sin embargo, se sabe que existe un componente genético el cual en condiciones ambientales especificas y hasta ahora desconocidas, hacen que se desarrolle la enfermedad”, según lo explicó la galena. Los síntomas más frecuentes son: pérdida de la visión por neuritis óptica y falta de coordinación de los movimientos, disminución de la fuerza muscular de los miembros, trastornos del lenguaje, hormigueo y disminución de la sensibilidad; además de dolor y sensación de banda apretada en tórax o abdomen, todo depende del sitio de la lesión. En la etapa inicial la parición de estas molestias es intermitente pudiéndose recuperar completamente y constituye una de las formas más frecuentes de evolución de la Esclerosis Múltiple Recurrente Remitente. Por el contrario cuando las manifestaciones se hacen progresivas se convierte en Esclerosis múltiple Secundaria Progresiva. Existe una forma Primaria que es extremadamente rara en la cual los síntomas son lentamente progresivos. Generalmente esta enfermedad afecta a adultos jóvenes, pero el rango etario es bastante amplio, aproximadamente desde los 10 a los 59 años. Además se sabe que la incidencia es superior en la población femenina. La doctora Soto recomendó que para detectar de manera temprana la enfermedad y sus síntomas las personas deben acudir a un neurólogo para realizar una buena historia clínica y posteriormente las pruebas pertinentes como la resonancia magnética de cerebro, medula cervical y dorsal principalmente aunque también el estudio de potenciales evocados visuales y estudio del liquido cefalorraquídeo. Se realizan además pruebas de laboratorio para el descarte de otras enfermedades con características clínicas parecidas. Posterior al diagnostico se le indicara el tratamiento adecuado con medicamentos como inmunomoduladores o inmunosupresores de acuerdo al caso. En los últimos años se han incorporado medicamentos nuevos, los cuales han mejorado la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes que sufren la patología, otros están por aprobarse lo que brinda una gran esperanza a las personas que padecen esta enfermedad. |
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