Científicos de la UC prueban con éxito terapia en animales para tratar lupus y esclerosis múltiple
Ambas enfermedades autoinmunes afectan a casi cuatro mil chilenos, la mayoría, mujeres jóvenes entre los 20 y los 40 años.
por Cecilia Yáñez
Por causas desconocidas, en algunas personas el sistema inmune, el mismo que se supone está encargado de proteger al organismo de los patógenos externos, se descontrola y comienza a atacarlo. Es lo que les sucede a las personas que sufren esclerosis múltiple y lupus, dos males autoinmunes que afectan actualmente a casi cuatro mil personas en el país.
Aunque se trata de dos enfermedades distintas, tienen varios elementos en común: en ambas están involucrados los mismos tres grupos celulares (células dendríticas y linfocitos B y T), afectan principalmente a mujeres jóvenes, son progresivas, invalidantes, no tienen cura y pueden llevar a la muerte.
Por eso, diversos científicos en el mundo están buscando una cura para ellas. Y aunque ninguno ha llegado a resultados concretos, varios muestran avances importantes, entre ellos, un equipo de investigadores y médicos clínicos de la Facultad de Ciencias Biológicas y de Medicina de la Universidad Católica. Tras cinco años de trabajo, acaban de probar con éxito, en ratones, una terapia que logró que los animales afectados por estas patologías recuperaran el equilibrio perdido de sus sistemas inmunes.
Sin control
Las células dendríticas y los linfocitos B y T son verdaderos centinelas del sistema inmune, y cuando funcionan adecuadamente alertan de una infección, pero si están descontroladas, luego de alertar de la infección, no detienen su actuar y siguen atacando distintas partes del organismo, aun cuando el patógeno ya fue eliminado.
Por eso, los expertos de la UC fijaron su atención en estas células inmunes que son comunes tanto al lupus como a la esclerosis múltiple. "Nuestro fin es reprogramar las células con algunas drogas o moléculas para restablecer el equilibrio inmunológico perdido en los pacientes", explica el director del Instituto Milenio de Inmunología y de esta investigación, Alexis Kalergis.
Para ello, extrajeron una muestra de sangre de los animales afectados y separaron de ella las células dendríticas que se buscaba reprogramar. Luego, éstas fueron depositadas por algunos días en un medio de cultivo, junto a otras moléculas y fármacos, para modificar a través de ellos su comportamiento. Eso significa evitar que sigan atacando al organismo cuando ya no es necesario. Una vez reprogramadas, estas células fueron reinyectadas en el torrente sanguíneo de los animales enfermos. El resultado fue más que alentador: una vez dentro del organismo, las células aceptaron a los antígenos a los que el sistema estaba atacando sin razón y, además, replicaron la información entre otras células inmunes (células B y T), contribuyendo al fin del autoataque. "En ambos casos se logró el restablecimiento del equilibrio del sistema inmune", dice Kalergis.
Mejora y retarda
En el caso del lupus, cuando la terapia fue curativa, los ratones enfermos presentaron una mejora en la segunda y tercera semana después de la inyección de células reprogramadas. Entonces pudieron comprobar que se generaron más células T, reguladoras del sistema inmune. Cuando se hizo como preventivo, retardaron varios meses la aparición de anticuerpos y también el daño renal que provoca esta enfermedad cuando se activa.
Carolina Llanos, reumatóloga de la UC y miembro del equipo, dice que para la esclerosis múltiple, la terapia se midió como preventiva y tuvo buenos resultados, ya que demostró ser capaz de disminuir el número de células T autorreactivas, que dañan la mielina y provocan los síntomas inflamatorios propios de la enfermedad. El efecto fue favorable sobre el 80% de los ratones y ahora están evaluando la capacidad curativa de la terapia.
El siguiente paso es iniciar el diseño de un tipo de protocolo clínico en humanos para el estudio de ambas enfermedades. Lo más probable, dice Kalergis, es que se inicie con la terapia contra el lupus, que necesitan probar en entre 20 a 40 personas sanas. En cualquier caso, este estudio no ocurrirá antes de dos años. Mientras tanto, los estudios en modelos animales continuarán, para corroborar la viabilidad de la terapia. "Esto es como resetear, tratar de modular de nuevo el cuerpo, para que no produzca anticuerpos que lo ataquen", dice el reumatólogo de la UC Sergio Iacobelli.
Llanos señala que el éxito y avance de estas terapias no son menores, ya que en el lupus, la mortalidad -aunque reducida en los últimos 20 años- sigue siendo alta. "Si se diagnostica lupus a los 25 años, a los 35 años una de cada seis pacientes (17%) habrá muerto", señala.
Magnífica investigación, pero hay que analizar que el responsable de la autoinmunidad es el timo que se enloquece por diversos factores entre los cuales, uno de los más importantes, es el mercurio de las amalgamas dentales, pero también otros tóxicos como glutamato, plomo, acetona y muchos más; también interferencias desde el ombligo, desde cicatrices, desde la cavidad oral; por agresiones dinámicas o magia negra, por pH ácido, por carencias de vitaminas, minerales o aminoácidos y otros factores que pueden ser determinados por una examen con nuestra Terapia Qi Soma, especie de escáner instersticial biológico que usa bioenergética para determinar las casusas de las enfermedades en el hombre o en animales.
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