Las píldoras de omega-3 no ayudarían a pacientes con enfermedad cardíaca
Por Genevra Pittman
Los suplementos de aceite de pescado no protegerían demasiado de los infartos a las personas con enfermedad cardíaca.
En una nueva revisión de la literatura, un equipo no logró hallar diferencias entre la cantidad de infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV) o muertes en más de 20.000 personas con enfermedad cardíaca que al azar utilizó suplementos de aceite de pescado o de placebo.
"Existe la percepción de que esos suplementos previenen las enfermedades cardiovasculares, cuando las pruebas son inconsistentes e inconclusas", dijo la doctora JoAnn Manson, directora de medicina preventiva del Hospital de Brigham y las Mujeres, en Boston, y coautora de un comentario sobre la revisión.
"Es un tema importante porque un alto porcentaje de la población está tomando suplementos de aceite de pescado de venta libre", agregó.
Un equipo de Corea combinó los resultados de 14 estudios sobre pacientes cardíacos que utilizaron "a ciego" aceite de pescado o placebo entre uno y cinco años. Los estudios eran de Estados Unidos, India, Italia, Alemania y otros países de Europa.
Los pacientes eran principalmente hombres de unos 60 años.
El grupo tratado con suplementos fue tan propenso a tener distintas emergencias cardíacas, o a morir, como los participantes tratados con placebos de aceite vegetal u otras sustancias.
En un estudio de Holanda, por ejemplo, el 14 por ciento de todos los participantes tuvo un ACV o un infarto cardíaco o necesitó que se le colocara un stent en tres años y medio.
Tampoco hubo diferencia en la mortalidad u otras complicaciones cardiovasculares al analizar sólo al grupo tratado con distintas dosis de aceite de pescado o a los usuarios de los suplementos durante uno, dos o más años, explica en Archives of Internal Medicine el equipo de Seung-Kwon Myung, del Centro Nacional del Cáncer de Ilsan.
Myung dijo a Reuters Health que no recomienda que las personas con o sin antecedentes cardíacos tomen los suplementos para prevenir futuros problemas.
"Por ahora, no contamos con datos suficientemente sólidos para sugerir su uso de rutina", dijo Alice Lichtenstein, especialista en nutrición de la Tufts University, en Boston, que no participó del estudio.
Lichtenstein consideró, no obstante, que las investigaciones revisadas tendieron a cubrir un par de años de uso de los suplementos, mientras que los infartos o los ACV demoran mucho más en aparecer.
Para Manson, los resultados no deberían ser la conclusión definitiva sobre el aceite de pescado y opinó que se necesitan más estudios sobre su efecto en personas con o sin enfermedad cardíaca. El efecto adverso más común son los dolores de estómago.
Por ahora, Manson consideró que la población debería cumplir las recomendaciones como las de la Asociación Estadounidense del Corazón, que sugiere consumir por lo menos dos porciones semanales de pescados grasos.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 9 de abril del 2012
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